La crisis de mayo entre India y Pakistán



           La última versión del conflicto entre India y Pakistán que tuvo lugar en los primeros días de mayo de 2025 parece ser uno de los primeros indicios de la emergencia de un nuevo ordenamiento de poderes regionales en Asia Meridional con China en una posición de liderazgo político y diplomático sin precedentes.

La delicada relación diplomática entre India y Pakistán, dos vecinos con capacidad nuclear, se deterioró severamente después del ataque terrorista en Pahalgam, una zona turística ubicada en Cachemira india. El 22 de abril de 2025, cinco terroristas no identificados abrieron fuego sobre turistas que se encontraban vacacionando, matando a 26 personas e hiriendo a otras 20, todos ellos ciudadanos indios con excepción de uno. Inicialmente, el Frente de Resistencia (un grupo terrorista relativamente nuevo que opera en Cachemira) se adjudicó la responsabilidad del ataque para luego retractarse de toda responsabilidad o participación en el mismo. Dos días después de la masacre la policía de Cachemira india emitió un comunicado en el que anunciaba que había detenido a tres personas sospechosas pertenecientes al grupo Lashkar-e-Tayyiba (una organización terrorista pakistaní), y dos de ellos eran de nacionalidad pakistaní. Sin embargo, aún no se aportaron datos de cómo estas personas fueron identificadas. Islamabad ha negado estar involucrada en el ataque terrorista de Pahalgam y ha rechazado las acusaciones más generales acerca de la promoción de terrorismo en territorio indio. Hasta el día de la fecha no hay certeza sobre quienes fueron responsables de este atentado terrorista.

La administración del primer ministro Narendra Modi ha defendido el derecho de India a lanzar una acción retaliativa en territorio pakistaní en respuesta de los ataques de Pahalgam de los que le atribuye la responsabilidad a pesar de la falta de evidencia. Es importante recordar que la retórica del partido político en poder, el Bharatiya Janata Party (BJP), está fuertemente influenciada por el aparato ideológico del Rashtriya Swayamsevak Sang (RSS) o “Unión Nacional de Voluntarios” que es, como lo implica su nombre, una organización de voluntarios de corte nacionalista hindú de extrema derecha. Con respecto a cuestiones relacionadas con terrorismo, esta retórica se ha transformado en una que permite atacar sin verificar quienes son las partes involucradas. Lo que se ha hecho evidente durante la confrontación aérea entre estos dos países en 2019, que siguió a un ataque terrorista en Cachemira en febrero de ese año y más recientemente con los hechos de mayo de 2025, los que, en India, recibieron el nombre de Operación Sindoor (sindoor es la marca roja que las mujeres de religión hindú se aplican sobre la frente). Esta operación militar comenzó con el ataque a objetivos civiles en territorio pakistaní que según la inteligencia de India, eran escondrijos de terroristas situados en la provincia de Punjab (que comparte borde con India) y Azad Cachemira (la parte de Cachemira administrada por Pakistán). La situación creció en intensidad a partir del intercambio de misiles y la decisión india de atacar centros urbanos en Pakistán con drones.

El incremento de ataques terroristas, protestas y militancia en la parte de Cachemira administrada por India comenzó luego de que en 2019 la administración de Modi decidiera revocar la autonomía constitucional de esta región, de mayoría musulmana, y ubicarla bajo el control directo de Nueva Deli.

El combate aéreo que tuvo lugar la noche del 6 y 7 de Mayo ha demostrado la superioridad en combate de los aviones J-10Cs (de diseño y manufactura china) y sus misiles PL-15E, utilizados por la Fuerza Aérea de Pakistán, sobre los aviones franceses Rafales (Dassault) en posesión de la Fuerza Aérea de India. Esta fue la primera vez que equipamiento y tecnología militar china fue probada en combate real contra diseños europeos, lo que ha suscitado considerable atención entre analistas militares y de seguridad en Occidente. China es un aliado crucial de Pakistán y su mayor proveedor de equipamiento militar.

A los cuatro días del inicio de la crisis, los Estados Unidos de América, auspiciaron un acuerdo de alto al fuego, el que en varias ocasiones fue violado con escaramuzas fronterizas y que hace que la paz sea bastante incierta. Dadas las implicancias estratégicas de este conflicto, varios actores regionales han ofrecido sus buenos oficios para acercar a las partes, entre ellos los más activos, además de China, fueron Irán, Arabia Saudita, Qatar y Rusia.

Luego de casi dos meses de inestabilidad diplomática y fuego cruzado de baja intensidad en un contexto de tregua, la comunidad internacional ha sido testigo de algunas lecciones muy valiosas para el futuro, entre ellas: el gran alcance territorial de los ataques debido a la utilización de sofisticadas tecnologías informáticas y AI, la explotación de los medios de comunicación social para generar una guerra de desinformación e información falsa creando confusión en ambos lados de la frontera y por último el creciente rol estratégico y de influencia de China a través de sus aliados.

 

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